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Historia de la Virgen del Carmen
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La Virgen del Carmen es una advocación de la Virgen María considerada la patrona del mar y de los marineros. Especialmente venerada en las zonas costeras de España.
La historia de la Virgen del Carmen se remonta al siglo XIII, cuando un grupo de ermitaños se estableció en el monte Carmelo, en Israel. Estos ermitaños fundaron la Orden de los Carmelitas, dedicada a la vida contemplativa y al servicio a la Virgen María. La figura de la Virgen del Carme está estrechamente relacionada con esta orden religiosa.
El Día de la Virgen del Carmen en España se celebra el 16 de julio. Esta fecha conmemora la aparición de la Virgen María a San Simón Stock, un religioso inglés del siglo XIII que se encontraba en oración en el Monte Carmelo, en Israel.
Según la tradición, en esa aparición la Virgen le entregó el escapulario del Carmen a San Simón, prometiéndole que aquel que muriera con él puesto sería salvado del fuego eterno. Este hecho dio lugar a la devoción hacia la Virgen del Carmen y al uso del escapulario como símbolo de protección y compromiso con la fe cristiana.
La Virgen del Carmen es considerada la patrona de los marineros y de las fuerzas armadas españolas, y su festividad es celebrada con procesiones y actos religiosos en numerosas localidades costeras del país. Además, también se realizan desfiles en honor a la Virgen en algunas ciudades del interior de España, como Madrid y Toledo.
Representa la protección, la seguridad y la ayuda en los momentos de peligro. Los marineros y pescadores españoles la veneran especialmente, y muchos barcos llevan su imagen en su proa como símbolo de protección en el mar.
Su estatua más famosa se encuentra en la ciudad española de Cádiz, en la plaza de San Juan de Dios. Se trata de una imagen de madera policromada, realizada por el escultor José Montes de Oca en el siglo XVIII. Esta estatua es considerada una de las más antiguas y veneradas de España.
La Virgen del Carmen se representa como una figura maternal, que abraza al niño Jesús y lo protege en su regazo. Su vestimenta está compuesta por un hábito marrón, en honor a los ermitaños carmelitas, y un escapulario que se considera un amuleto protector.